Empieza un año nuevo: mira lo que viene por delante
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Un año de gratitud y reflexión
Al llegar al final de este año, me sumerjo en una profunda reflexión sobre los momentos vividos, las lecciones aprendidas y las bendiciones recibidas. Agradezco a Dios por cada experiencia, ya que cada una ha sido parte fundamental en mi crecimiento espiritual y personal.
He vivido situaciones intensas, como la partida física de tres personas muy amadas y problemas en mi salud, que tuvo pruebas fuertes que enfrentar, como dos cirugías en menos de un año por distintos motivos.
Aún así, no me quedo en lo pasado, sino que Dios me dice: mira lo que viene por delante
Agradeciendo lecciones aprendidas
Pero mientras me pongo a pensar en las pruebas y dificultades que enfrenté reconozco que no fueron obstáculos permanentes, sino oportunidades disfrazadas. Recordando las palabras de Filipenses 4:13, «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece«, encontré fuerza para superar adversidades, crecer en paciencia y descubrir la fortaleza que reside en la fe.
Superando desafíos con fe
En momentos de incertidumbre y desafíos inesperados, recordé las palabras de Jeremías 29:11: «Porque yo sé los planes que tengo para ustedes, planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza». Confío en que cada desafío superado es un paso más hacia el propósito que Dios tiene para mí.
Enfoque en el camino por recorrer
El privilegio de vivir otro año me llena de gratitud y al mismo tiempo, me motiva a mirar hacia adelante. Como dice Filipenses 3:13, «Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome hacia lo que está delante».
Inspiración desde la enseñanza bíblica
La Biblia nos enseña a no aferrarnos al pasado, sino a aprender de él y avanzar con fe hacia el futuro. Es un recordatorio constante de que cada nuevo día es una oportunidad para crecer, amar, perdonar y seguir el camino que Dios ha trazado para nosotros.
En este momento de gratitud, elevo mi corazón en agradecimiento a Dios por todo lo vivido, por las lecciones aprendidas y por el futuro que me aguarda. Que la fe, la esperanza y el amor sigan guiando cada paso que doy hacia adelante.
Al despedirme de este año, dejo atrás lo que ya ha pasado, confiando en la dirección divina que ilumina mi sendero. ¡Adelante, con fe firme, hacia el nuevo capítulo que Dios tiene preparado para mí!
No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.
Filipenses 3:13,14
Hoy vuelvo a cero, dejando lo pasado en el pasado, y extendiéndome hacia lo que tengo por delante. Me concentro en lo que me falta por recorrer. Y vuelvo a decir, como hace años: Señor, me tomo de ti, sé que estarás conmigo siempre.