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Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. —Salmos 37:4

En hebreo, la palabra deléitate puede referirse a ser flexible o disfrutar algo. Cuando comenzamos a disfrutar nuestra relación con Dios, Él satisfará los deseos de nuestro corazón. Este pasaje puede entenderse de dos maneras. El significado principal es la palabra deseos, que en hebreo simplemente significa “la petición o solicitud de nuestro corazón”. El significado simple es que nuestras oraciones y peticiones serán respondidas.

Un segundo significado implícito es que Dios nos da esos deseos, es decir, lo que sentimos en nuestro corazón y espíritu fue puesto ahí por el Señor. En 1980, cuando estaba ministrando en una reunión de avivamiento de cuatro semanas en Northport, Alabama, vi a una hermosa chica de diecisiete años llamada Pam en un grupo de alrededor de ochenta jóvenes quienes estaban adorando mientras el coro cantaba. Todavía puedo verla en mi mente. Escuché una voz interior que me dijo: “Te casarás con esa chica”. Primero intenté ignorar la voz, ¡porque estábamos en pleno servicio! Sin embargo, la voz me lo repitió dos veces. ¡En ese momento ella entró en mi corazón y ni siquiera la había llevado a la primera cita! Ella era el deseo de Dios para mí y Dios puso dentro de mí su deseo. Y su deseo se convirtió en mi deseo. Se podría decir que “ella era la voluntad de Dios para mi vida”, pero la voluntad de Dios sólo puede ser revelada a través del deseo. El deseo del que estoy hablando otra palabra hebrea, ta’avah, que significa “añorar algo o deleitarse en ello”. Esta palabra se encuentra en los siguientes pasajes:

Lo que el impío teme, eso le vendrá; pero a los justos les será dado lo que desean. —Proverbios 10:24

El deseo de los justos es solamente el bien; mas la esperanza de los impíos es el enojo. —Proverbios 11:23

La esperanza que se demora es el tormento del corazón, pero árbol de vida es el deseo cumplido. —Proverbios 13:12

El deseo cumplido regocija el alma; pero apartarse del mal es abominación a los necios. —Proverbios 13:19

Una visión o sueño positivo puede en efecto motivar y avivar el deseo de que se realice. Sin embargo, puede requerir de una temporada de paciencia y de guardar cuidadosamente nuestros corazones para evitar que el sueño se muera dentro de nosotros. Piénselo, el lugar donde han muerto más sueños es el cementerio local. Muchas personas han muerto sin haber visto cumplirse aquellos deseos que fueron forjados en su mente o que surgieron en su espíritu. Tal vez decían: “Posiblemente cuando tenga más tiempo”, “Cuando tenga el dinero”, o: “Cuando se abra la puerta”, y nunca persiguieron sus sueños.

– Extracto tomado del libro Cómo interpretar los sueños y las visiones por Perry Stone. Publicado por Casa Creación. Usado por permiso.

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