En estos tiempos en los que el estrés es moneda corriente, decirte que puedes renovar la mente resulta casi increíble. Pero te puedo asegurar que es cierto, es absolutamente posible despejar tus pensamientos y tener una mente nueva.
como si construyeras una casa, el conocimiento de Dios sería la base, los cimientos, mientras que el conocimiento de quién eres en Cristo sería su estructura. Tomar el control de tus pensamientos íntimos por medio de la fe evitará que te conviertas en esclava de tus circunstancias externas. Al no renovar la mente y dejar que los pensamientos nuevos fluyan guiados por el Espíritu de Dios, estarás librándote de que las tormentas de la vida y el clima cambiante lo hagan.
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.—Romanos 12:2
Ora al Señor: