
Camina plácido entre el ruido y la prisa y piensa en la paz…
Así comienza el famoso poema Desiderata (del latín desiderata «cosas deseadas», plural de desideratum) muy conocido, que trata sobre la búsqueda de la felicidad en la vida. Sus derechos de autor son del año 1927 y pertenecen a Max Ehrmann. Desiderata fue publicado en 1948 (después de la muerte de su autor) en una colección de poemas titulada Desiderata of Happiness, recopilados por la esposa de Ehrmann.
En la década de los 60 estaba circulando sin la atribución a Ehrmann, a veces con la afirmación de que había sido encontrado en la iglesia St. Paul de Baltimore, en Maryland, Estados Unidos. También se decía que había sido escrito en 1692 (año de la fundación de la iglesia). Sin embargo, esta poesía ha mantenido el sello de Ehrmann en algunas de sus ediciones.
Como el texto fue compartido de amigos a amigos, la verdadera autoría (que no estaba especificada en el devocionario) se volvió dudosa. Copias con el encabezado de «Old St. Paul’s Church» fueron impresas y distribuidas libremente en los años que siguieron. Es comprensible que un editor interpretara este dato como que el poema había sido encontrado en esta iglesia en el año de 1692. Esta nota, sin duda, añadió más encanto al atractivo del poema, a pesar de que el actual lenguaje del mismo sugiriera un origen más moderno.
Disfrutemos de la belleza de esta poesía.
Camina plácido entre el ruido y la prisa
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Anuncia tu verdad de una manera serena y clara,
escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.
Esquiva a las personas ruidosas y agresivas
que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano y amargado,
pues siempre habrá personas
más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros lo mismo que de tus planes;
mantén el interés en tu propio trabajo,
por humilde que sea,
él es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios,
pues el mundo está lleno de engaños,
mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe.
Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales,
y dondequiera que vayas la vida esta llena de heroísmo.
Sé tú mismo,
en especial no finjas el afecto y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
él es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años
y abandona con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu,
para que te proteja en las adversidades repentinas,
no te angusties con imaginaciones,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Sobre una sana disciplina, se benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo,
no menos que las plantas y las estrellas,
tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente, el universo marcha como debiera.
Por eso debes de estar en paz con Dios cualquiera que sea la idea que tengas de Él
y sean cuales fueren tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida.
Aun con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Anímate, y esfuérzate por ser feliz.
es.wikipedia.org/wiki/Desiderata
Hola Pat! siempre me gustó esa poesía, cuando adolescente la tenía grabada en casette y en un poster en una pared de mi habitación, y es verdad, figuraba como origen de la misma la iglesia que mencinás. Que bueno que podamos conocer y dar el crédito a su verdadero autor.
Un abrazo!! Nos leemos.