Si has aceptado a Cristo como tu Señor y Salvador tienes que creer firmemente que el Espíritu Santo vive en ti… y que te capacita para poder hacer todo lo que te propongas. ¡Sí! Hasta dejar ese mal hábito que has tenido por años y años… Porque cuando el Señor te
ha ungido con su Espíritu estás preparada para hacer lo que nunca has hecho antes: hablar de lo nuevo que Dios ha hecho en tu vida… dar esperanza al que ya la perdió…
consolar a los que estén tristes… levantar al que ya no tiene ninguna fuerza… El Espíritu Santo es la persona que tiene el poder necesario para moverte a hacer la voluntad de Dios, seguir sus pasos y hacer el trabajo que te ha encomendado. Necesitas buscar esa unción todos los días y decirte a ti misma esta escritura… Tu ser entero lo debe saber y comprender.