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Qué dice la Biblia del niño no nacido

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Qué dice la Biblia del niño no nacido

Diseñado y formado para Dios

La Biblia ofrece una visión única y valiosa sobre la vida del niño no nacido. En una sociedad donde el debate y la controversia rodean este tema, los versículos seleccionados del Salmo nos brindan una visión clara y profunda sobre el valor y la importancia de cada vida desde su concepción.

La maravillosa creación de Dios

El Salmo 139:13-14 nos recuerda que cada uno de nosotros es una creación única y maravillosa de Dios. El salmista reconoce el asombroso acto de formación en el vientre materno, alabando a Dios por su sabiduría y amor en la creación de cada ser humano. Esta verdad resalta el valor intrínseco que tiene el niño no nacido en los ojos de Dios.

La preocupación divina desde antes de nacer

El Salmo 22:10 revela el cuidado y la atención de Dios hacia el niño aún no nacido. El versículo proclama que el niño es puesto bajo el cuidado divino desde antes de su nacimiento y que Dios es su protector. Esto subraya el plan y el propósito que Dios tiene para cada vida, la visión de Dios del niño no nacido, es decir, antes de que llegue al mundo.

Dios conoce cada detalle desde la concepción

En los versículos 15 y 16 del Salmo 139, se destaca el conocimiento completo de Dios sobre el niño no nacido. El salmista afirma que incluso en los momentos más íntimos de la formación en el vientre, Dios está presente. Cada aspecto del desarrollo humano es conocido por Él y está registrado en Su libro. Esto evidencia el cuidado y la atención divina hacia cada vida.

 

Dios me cuidaba antes de nacer

Dios cuidaba de mi antes de nacer

La influencia del pecado y la necesidad de redención

El Salmo 51:5 y el Salmo 58:3 revelan que todos los seres humanos, incluso desde el seno materno, están afectados por el pecado. Estos versículos nos recuerdan la necesidad de la redención y la gracia de Dios. Sin embargo, esto no disminuye el valor del niño no nacido, sino que resalta aún más la necesidad de su protección y amor.

El propósito eterno de cada vida

Los Salmos 22:30, 22:31, 78:6 y 102:18 nos muestran que cada vida tiene un propósito eterno. Aun antes de nacer, cada persona es parte del plan de Dios y tiene un papel en Su obra. Estos versículos enfatizan la importancia de preservar y valorar la vida desde su concepción, ya que cada niño no nacido tiene el potencial de glorificar a Dios y impactar las generaciones futuras.

Versículos bíblicos

  1. Sal 139:13  Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.
  2. Sal 139:14  ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!
  3. Sal 22:10  Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre mi Dios eres tú.
  4. Sal 139:15  Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido.
  5. Sal 139:16  Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.
  6. Sal 51:5  En verdad, soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi madre.
  7. Sal 58:3  Los malvados se pervierten desde el vientre; los mentirosos se descarrían desde antes de nacer.
  8. Sal 22:30  La posteridad le servirá; del Señor se hablará a las generaciones futuras.
  9. Sal 22:31  A un pueblo que aún no ha nacido se le dirá que Dios hizo justicia.
  10. Sal 78:6  para que los conocieran las generaciones venideras y los hijos que habrían de nacer, que a su vez los enseñarían a sus hijos.
  11. Sal 102:18  Que se escriba esto para las generaciones futuras, y que el pueblo que será creado alabe al Señor.
  12. Sal 51:6  En verdad, tú amas al corazón sincero, y en lo íntimo me has dado sabiduría.
  13. Sal 22:9  Pero tú me sacaste del vientre materno; me hiciste reposar confiado en el regazo de mi madre.
  14. Sal 71:6  De ti he dependido desde que nací; del vientre materno me hiciste nacer. ¡Por siempre te alabaré!

 

La Biblia nos revela que el niño no nacido es una creación maravillosa de Dios, amado y conocido desde antes de su nacimiento. Cada vida tiene un propósito eterno y un valor intrínseco en los ojos de Dios. Al reconocer y abrazar esta perspectiva bíblica, podemos promover y proteger la dignidad y el derecho a la vida de los niños no nacidos en nuestra sociedad.

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