He entendido por medio de mis experiencias a lo largo de mi vida, que todos mis caminos están ante los ojos de Dios. He entendido que su atención es constante, y que “no despega” sus ojos de mí; puedo aplicar aquella porción bíblica que dice así:“He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel”.Salmo 121:4. Estoy seguro que así es, y esa es la seguridad que deseo transmitirte a ti. Espero que esta corta reflexión te sea de ayuda ante la situación que estas enfrentando ahora…
Dios no pierde de vista tus pasos.
Aun en medio de las “tormentas” y los “hornos ardientes” que has atravesado durante estos días, allí ha estado su presencia y así lo estará mientras permanezcas en este mundo conflictivo:“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. Isaías 43:2. ¡Qué grandes momentos para fortalecerte en la fe y en la paciencia tienes ahora!
Nada es por “azar” en tu vida.
Dios la dirige con poder y soberanía; lo que acontecerá en los próximos minutos, ha sido cuidadosamente previsto por él. No temas, pues todo estará bajo su cuidadoso control, aunque sientas que no es así.
Fíjate bien: Las “decisiones”, “acciones” y “circunstancias” propiciadas por personas conocidas o desconocidas para ti, son señales evidentes del cuidado que Dios tiene sobre tu vida. El usa a las personas sin que ellas estén conscientes de ello.
Pon atención en lo que vivirás próximamente, y llegarás a la conclusión que Dios todo lo tiene detalladamente previsto.
Tú no sabes lo que va a suceder, pero Dios sí.
Y como él si lo sabe, ya te tiene todo preparado; así que no te angusties y afanes por el futuro, aunque sientas que no estás en el lugar apropiado y en el tiempo exacto.
Aprende a depender de la soberanía de Dios; a ti lo que te corresponde ahora, en estos momentos, es ser fiel en la misión que te ha sido encomendada aunque todos se te hayan venido en contra.
J.A. Lievano