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Thomas A. Anderson es un hombre común. Trabaja como programador de una importante empresa de software, paga sus impuestos, ayuda a la casera a sacar la basura. En su vida en internet, se da a conocer como «Neo». Cierto día, Trinidad lo lleva hasta Morfeo, quien lo guía a tomar una decisión fundamental para su vida.
Morfeo le dice: -Tienes la mirada de un hombre que acepta lo que ve, porque espera despertarse. ¿Crees en el destino, Neo?
– No.
-¿Por qué no?
-No me gusta la idea de no ser yo el que controle mi vida.
-Sé exactamente a lo que te refieres. Te explicaré por qué estás aquí. Estás porque sabes algo. Aunque lo que sabes no lo puedes explicar. Pero lo percibes. Ha sido así durante toda tu vida. Algo no funciona en el mundo. ¿Sabes de lo que estoy hablando?
-¿De Matrix?
-¿Te gustaría saber lo que es? Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad. Fue creada para que no veas que eres un esclavo, Neo. Igual que los demás, naciste en cautiverio, naciste en una prisión que no puedes ni oler ni saborear ni tocar, una prisión para tu mente.
Neo elige conocer la verdad, y pasa por un nuevo nacimiento. Luego es instruido, capacitado y hasta recibe una profecía sobre su propósito de vida. Sin embargo, en su interior alberga serias dudas de ser «el Elegido».
Cientos de creyentes pasan por esto mismo. Habiendo sido liberados de la esclavitud espiritual a través de la libre elección de conocer y seguir la Verdad, que es Jesús; regenerados por el Espíritu Santo en el nuevo nacimiento; capacitados e instruidos por el estudio de la Palabra de Dios y la práctica de la vida cristiana; y animados y apoyados por otros creyentes maduros, aún dudan de su llamado y viven como si no existiera en ellos un poder superior dado por Dios.
Querida hermana, querido hermano: eres útil en las manos del Padre. En Su misericordia, te ha elegido para que vayas y lleves Su luz hasta lo último de la tierra. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
Pelea el buen combate de la fe, conquista la Vida eterna, a la que has sido llamado y en vista de la cual hiciste una magnífica profesión de fe, en presencia de numerosos testigos.

El Señor ha escogido a Sión;
su deseo es hacer de este monte su morada
. Sal 132:13

Ga 6:9,10; 1Ti 6:12.

Autor: P. O.

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