Señor, te pido que mi nación reconozca tu justicia, y aborrezca el pecado. Haz de mi nación un país con grandes principios, y firmes convicciones basadas en tu Palabra. Perdona todo pecado y ayúdanos a conducirnos con sabiduría. Que todo lo que no te agrada sea quitado de mi región, y que todas las autoridades que nos gobiernan reconozcan que sólo Tú eres el Rey de la tierra.