Yo estoy contigo y por ti, dice el Señor
En el sendero de la vida, la voluntad de Dios marca el ritmo, y Su apoyo es inquebrantable. Muchas veces, la impaciencia nos impulsa a desear resultados antes de tiempo. Sin embargo, recordemos que Dios tiene un plan perfecto y Su tiempo es soberano. Es vital estar en sintonía con Él para avanzar sin forzar situaciones ni precipitaciones, recordando siempre Su promesa: «Yo estoy contigo»,
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Enfrentando Obstáculos, Sostenido por la Fe
Cuando decides que algo quieres hacer está en línea con la voluntad de Dios, nada en el cielo o en la tierra podrá detenerte. Puedes encontrar muchos obstáculos mientras vas hacia la meta, pero no te desalientes, nunca te rindas. Con la ayuda del Señor podrás vencer cualquier obstáculo. No esperes un camino fácil mientras vas hacia delante tomado de Su mano. Dios te dice «Yo estoy contigo», y tiene todo el poder.
El Camino alineado con la Voluntad de Dios
Cuando trates de conseguir que las cosas ocurran antes de tiempo sufrirás muchas tensiones. Recuerda que para el Señor el tiempo tiene su propia medida. Así que para mantenerte cerca de Él y hacer las cosas de acuerdo con su manera, pídele que te muestre la forma de avanzar momento a momento. En lugar de lanzarte de cabeza hacia la meta, permítele a Jesús establecer el ritmo. Baja la velocidad y disfruta el esfuerzo en Su presencia.
Romanos 8.31
¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como estas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?
Salmo 46.1-3
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes.
La Fortaleza en la Fe y la Confianza
Lucas 1.37 nos enseña que para Dios no hay imposibles. Es en esa certeza donde radica nuestra fuerza: la fe en Su plan y la confianza en Su poder. Cuando reconocemos que Él está con nosotros, cada desafío se convierte en una oportunidad para crecer y fortalecer nuestra relación con Él.
Lucas 1.37
Porque para Dios no hay nada imposible.
