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Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás alrededor, y dormirás seguro.

Job 11:18

Hay un dicho popular que dice: “lo último que se pierde es la esperanza”, ¡pero cuando atravesamos situaciones difíciles, pareciera que lo primero que perdemos es precisamente la esperanza!
La única manera de mantener la esperanza es confiando en Aquél que nos provee esperanza. Hay personas que tienen esperanzas en diferentes cosas, menos en el Señor.
Cuando el cristiano decide aferrarse al Señor se origina la esperanza, pues con El nunca está dicha la última palabra.

Sus circunstancias pueden ser en este momento negativas, difíciles e imposibles. Humanamente hablando no existe ninguna esperanza. Gracias a Dios que espiritualmente sí la hay. Esa esperanza en el Señor, es la que nos sostiene y nos hace habitar confiados creyendo que las cosas pueden cambiar.
Toda esperanza que no esté arraigada en el Señor no es verdadera esperanza. El único que puede cambiar la situación más imposible en posible es el Señor Jesucristo. ¡Por eso, confiados en El, podemos tener esperanza!

EL SEÑOR ES MI ESPERANZA
ORACION:

Señor: Mi mente una y otra vez dice: – ¡No, es imposible! ¡No hay esperanza ni salida! -, pero gracias que confiando en Tú poder puedo creer que sí hay esperanza para la situación difícil que estoy atravesando. Te alabo Jesús porque Tú eres mi única esperanza. En Tu Santo nombre. ¡Amén!

Por Ricardo Pugliese

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