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Cómo progresar y prosperar

Por Reflexión7 minutos de lectura

La palabra de Dios dice que con sabiduría se edificará la casa, con prudencia se afirmará, y con ciencia, con entendimiento se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.
Examinaremos principios de la ciencia, del entendimiento, para que en nuestro trabajo, en nuestra profesión, en nuestro oficio nos conduzcamos de tal manera que nuestras cámaras puedan llenarse de todo bien preciado y agradable.
La Biblia dice: «¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire».

¿Cómo trabajar y desarrollar nuestro trabajo en forma estratégica, en forma precisa? Muchos manejan su negocio, su profesión, su trabajo, a la ventura, y muchos se pasan su vida tirando golpes al aire, no tienen precisión en su forma de trabajar, parecen esos boxeadores que están casi noqueados y empiezan a revolear golpes a ver si una vez pegan de casualidad y pueden salvar la pelea.

Por eso hay quienes trabajan en la misma ocupación, que tienen un negocio del mismo rubro, una profesión similar, que trabajan la misma cantidad de horas, y unos prosperan, progresan y otros no. Y cuando analizamos eso, en profundidad, los que progresan son los que trabajan en forma precisa, en forma estratégica.

Por lo general, el otro, aun dedicando más esfuerzo y más cantidad de horas, lo único que hace es estar a la ventura, a la deriva y por más que tira muchos golpes no los tira con precisión, los tira al aire, por lo tanto, termina cansado y sin recoger el fruto. La palabra de Dios dice: «sembráis mucho y recogéis poco».

Quiero darte cuatro pautas para que empecemos a trabajar estratégicamente con sabiduría, corriendo la carrera de tal manera de obtener el premio.


1. Especialización
Este es tu punto fuerte en aquello que hacés. Sea una capacidad, un producto que vendés, un área en la cual te destacás, ese aspecto que es tu fortaleza. Esta es una condición para que las cámaras se llenen de todo bien preciado y agradable. Ser expertos en algo específico de aquello que hacemos. Un ejemplo de la medicina: hoy cada vez más médicos se especializan. No sólo hay traumatólogos dentro de la medicina, sino que hay traumatólogos que se especializan exclusivamente en la mano, y son estos los profesionales que se desarrollan y que se destacan. Por eso necesitás especializarte, aunque tu trabajo, tu profesión, tu oficio sean abarcativos y quizás en este tiempo tengas que trabajar de varias cosas. Tenés que empezar a hacer foco en algo, por ejemplo, ser abogado especialista en pleitos de comercio exterior. Hay que concentrarse, focalizar. Aquellos que contratan a la gente buscan expertos, especialistas en cada materia.

2. Diferenciación
Es lo que te distingue de los demás. En lo que vos hacés, en el servicio que prestás o tu negocio, ¿en qué te diferencias de los demás? Siempre hacé esta pregunta ¿por qué me tendrían que elegir a mí y no a otro?, ¿qué es lo que yo estoy ofreciendo que se convierte en algo que hace una diferencia en mi trabajo? Puede ser tu honestidad, puede ser tu buen comportamiento, puede ser el mejor precio en tu producto, puede ser el surtido de mercadería que tiene tu negocio, pero hay algo que tiene que hacer la diferencia, algo por lo cual vos tenés que ser elegido.

3. Segmentación
Esto significa definir con claridad a quién apunta mejor tu producto o el servicio que vos prestás. No tirar las trompadas al aire sino decir: ‘Este producto que yo vendo o este oficio que yo hago, o esta profesión que tengo apunta mejor a este público, a este nivel socioeconómico, a este target’, como se dice hoy en día. Lo mismo para tu trabajo; aquellos que son empleados en relación de dependencia, quizás piensen que no tienen clientes, y se están equivocando. Tu primer cliente, y quizás el único, es la empresa donde vos trabajás. Nunca dejes de ver la empresa donde vos prestás servicios, donde trabajás como tu cliente. Por eso en vez de tener mentalidad de empleado tenés que tener mentalidad de prestador de servicios. Si bien estás contratado por un sueldo, en relación de dependencia, tenés que detectar de qué manera vos, como empleado, podés prestarle un mejor servicio a la empresa para la cual trabajás. Mirá a esa empresa como un cliente potencial.

4. Concentración
Es concentrarte en tu especialidad y no dispersarte. Focalizate en eso en lo que vos sos bueno. Sé bien específico en a quién tenés que prestarle el servicio, como se dice a veces, ‘no gastes pólvora en chimangos’. Hay clientes que ni valen la pena que gastes el pasaje de colectivo para ir a verlos. Si vos querés hacer una carrera corporativa no vale la pena que te postules en un almacén, tenés que postularte en una empresa multinacional. Hacé foco, concentrate en estas cosas: ¿cuál es mi especialidad, mi punto fuerte?, ¿qué es lo que me diferencia a mí de los demás? y ¿en qué segmento?, ¿en qué tierra es mejor que yo siembre mi trabajo?

Esta es la forma correcta de desempeñarnos, siendo específicos en lo que hacemos y siendo sabios también para quién lo hacemos. Hoy esto te da una ventaja, hay muchos que ya lo están haciendo y por eso aventajan a los demás, pero en poco tiempo esto ya no será una ventaja, será imprescindible.
Yo lo comparo con los estudios secundarios; antes, cuando tenías el título secundario, tenías una diferencia a tu favor. Hoy, si no tenés ese título ‘no existís’, porque para ser repositor en un supermercado, para poner botellas en un estante, te piden título secundario. Dejó de ser una diferencia para convertirse en algo imprescindible; lo mismo va a suceder con la especialización, con la diferenciación y con la segmentación.

Hoy es una diferencia que algunos ya vienen haciendo, pero en breve aquel que no esté especializado, aquel que no se diferencie en algo específico de los demás y no funcione en el segmento adecuado va a quedar fuera del mercado.

Finalmente, esta palabra es para que te digas a vos mismo: ‘Voy a dejar de manejar mi vida laboral a la ventura; voy a dejar de tirar golpes al aire a ver si la emboco, porque ya comprobé que así no funciona, que no es la manera correcta de trabajar. Voy a empezar a desempeñarme de otra forma, de manera especializada, diferenciada y para el segmento adecuado y, sobre todo, concentrado en estos tres pilares para trabajar con ciencia, con entendimiento, para que mis cámaras sean llenas de todo bien preciado y agradable’.

Con la mano en el arado miremos hacia la cruz, que está adelante, donde somos justificados, donde somos fortalecidos, donde somos victoriosos en Cristo.

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