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Honrando a Dios al Cuidar de Ti:

Guía de Salud basada en las Escrituras

Cuida tu cuerpo

Consejos y Estrategias para una Vida Saludable

Cuidar nuestro cuerpo es un acto de amor propio y también es una forma de honrar a Dios, quien nos ha dado este cuerpo como un templo en el cual vive el Espíritu Santo. La Biblia nos da varias enseñanzas sobre cómo debemos cuidar nuestro cuerpo y mantenerlo saludable.

Cuidarnos a nosotras mismas porque hemos sido llamadas a amar a los demás como a nosotras mismas, pero ¿quién puede amar a los demás si no se ama a sí mismo?

 

Jesús mostró su amor propio al dedicar tiempo para descansar, alimentarse y pasar tiempo agradable con sus discípulos y posibles futuros seguidores. ¿Qué mejor ejemplo de cuidarse por amor a los demás?

Aquí hay algunos consejos basados en las Escrituras

que pueden ayudarte a cuidar de ti misma:

 

Practica la moderación en todo lo que haces, incluido lo que comes y bebes.

La Biblia dice en Proverbios 23:2: Aunque tengas mucha hambre, controla tu apetito. (DHH)
En 1 Corintios 9:27 nos habla de ser moderados, con el ejemplo de Pablo en cuanto a dominar nuestro cuerpo y no dejar que nuestro cuerpo nos domine a nosotros: Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado. (NTV)

Haz ejercicio regularmente. 

En 1 Timoteo 4:8 encontramos que el cuerpo necesita ser entrenado y ejercitado para ser saludable: Está bien que te ejercites físicamente, pero es mucho mejor que te ejercites para vivir piadosamente, ya que esto es útil para todo, te ayudará en esta vida y también en la venidera. 

Come alimentos saludables y evita aquellos que son perjudiciales para tu salud.

Nuestro cuerpo es morada del Señor (1 Corintios 3:16), y debemos cuidarlo alimentándolo con alimentos nutritivos.

Jesús declaró limpios todos los alimentos (Marcos 7:19), pero sabemos que no todo nos conviene.  Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo trae beneficio. (1 Corintios 10:23 NTV)

 

Descansa y duerme lo suficiente.

La Biblia dice en Eclesiastés 5:12 que el creyente duerme bien. En Proverbios 3:24: Cuando descanses, no tendrás que temer; cuando te acuestes, dormirás tranquilo.
Aprovecha y respeta tu tiempo de descanso, lo cual es necesario para mantener nuestro cuerpo y mente en buenas condiciones y descansados para el día siguiente.

Busca ayuda si tienes problemas de salud.

Nuestro cuerpo se va desgastando (2 Corintios 4:16), y en nuestra época contamos con profesionales de la salud que nos ayudan a sanar y estar mejor. La Biblia dice en Mateo 9:12 que los enfermos necesitan médicos.
Tenemos presente que Dios es el Sanador, y orar por nuestras dolencias y enfermedades es darle lugar al Señor para que actúe específicamente en nuestro cuerpo. En Santiago 5:14-15 nos enseña a orar por nuestra salud con la ayuda de los ancianos de la iglesia.

La clave de la felicidad

Actualmente, muchos creen que la clave para la felicidad es ser egoísta y priorizarse a uno mismo antes que a los demás. Sin embargo, la evidencia demuestra que cuando seguimos el consejo bíblico de buscar el bienestar de los demás antes que el propio, mejoramos nuestra salud y encontramos mayor felicidad.

Querida amiga, cuidar de tu cuerpo es un acto de amor propio y también es una forma de honrar a Dios. Amarte a ti misma no es un acto de egoísmo, porque sigues la enseñanza del Señor de amar a los demás como a ti misma.

Siguiendo las enseñanzas de la Biblia, puedes cuidarte y mantenerte saludable. Recuerda, eres una hija amada de Dios y mereces ser cuidada y tratada con amor y respeto.

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