Encontrar fortaleza en medio del quebrantamiento
Descubre el valor interior en una mujer quebrantada y su camino espiritual de renovación: encuentra fortaleza en el quebrantamiento.
Contenido de esta publicación:
La belleza en lo quebrado
En un mundo donde la rotura a menudo significa pérdida de valor, hay un lugar especial donde la fragilidad adquiere un significado distinto: el reino espiritual. Las mujeres, como tú, rotas y vulnerables, son apreciadas por Dios en su totalidad. Las Escrituras lo expresan claramente: «Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón» (Salmos 34:18).
Encontrando valor en la humildad femenina
La humildad, a menudo pasada por alto en un mundo de pretensiones, es la llave que abre la puerta hacia la gracia de Dios. Él rechaza el orgullo y la arrogancia, pero acoge con amor a aquellas que muestran humildad y arrepentimiento. La Biblia lo confirma en Santiago 4:3: «Dios resiste al orgulloso pero da gracia al humilde».
El propósito transformador de la fragilidad
Nuestro quebrantamiento no pasa desapercibido ante los ojos de Dios. De hecho, es parte esencial de su plan para nosotras. En 2ª Corintios 4:16-18 se revela: «Por lo tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día».
La conversión: un proceso de renovación
Antes de la conversión, somos guiadas por el Espíritu Santo hacia el reconocimiento de nuestro pecado. A menudo resistimos este proceso, pero el Espíritu continúa su trabajo. Nuestro orgullo se quiebra, nuestra arrogancia se desvanece y finalmente nos postramos ante la cruz, diciendo: «Señor Jesús, sálvame».
Fortaleza en la mansedumbre de Jesús
Reflexionemos sobre la mansedumbre de Jesús. Como un constructor de yugos en Nazaret, Él nos invita a aprender de su ejemplo: «Llevad Mi yugo sobre vosotros, y aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón» (Mateo 11:29-30). Esta lección requiere sumisión y rendición, condiciones que nos permiten encontrar descanso para nuestras almas.
La transformación en la sumisión
Para aprender de Cristo, debemos rendirnos y transformarnos a su imagen. Esto implica humildad y sumisión. ¿Qué es la sumisión? La sumisión es la obediencia, la entrega y docilidad que alguien muestra hacia otra persona, a quien considera con juicio acertado. En nuestro caso, la sumisión es hacia el Señor Jesús. Como mujeres que buscan descanso y paz, el camino hacia ello es a través de la sumisión al Señor y la humildad.
Querida amiga: Tu quebrantamiento no es una debilidad, sino una oportunidad para descubrir una fortaleza interior. Abraza tu vulnerabilidad y humildad, y encuentra en ellas un camino hacia un encuentro más profundo con tu verdadero propósito espiritual.
¡Gloria a Dios! Que tenemos un Dios que ante el arrepentimiento, el quebranto… no nos da la espalda. Si no que nos tiende Su Mano con Amor y Compasión. El es un Dios de oportunidades ¡no desaprovechemos ninguna! Besos enormes Pat.
Excelente tema Pat…
Podeoroso..!
D.T.B mucho!!!
Hola amiga: gracias por tu visita a mi blog, me gusta muchisimo este tema es una verdad, saludos y muchas bendiciones
Lilliana
Costa Rica
Hermosa reflexión querida Pat, realmente me ha encantado, y qué bueno que en el Reino espiritual no perdemos nuestro valor cuando nos quebrantamos delante de nuestro Dios, sino que por el contrario, nuestro valor delante de Él crece.
Dios te bendiga grandemente. Besitos!!!
Cercano esta Jehova a los quebrantados de corazón;Y salva a los contritos de espíritu.Salmos34:18. gracias por tan hermosa reflexión Que nuestro buen Dios Padre y Creador de todas las cosas, siga derramando sabiduría, salud para este nuevo año.
Que hermoso pensamiento lleno de tanta realidad y verdad bíblica, me fue de mucha bendicion y más que oportuno. Creo que Dios me envio a leer este pensamiento como respuesta a un problema que tengo. Besos a mis hermanas en Cristo.