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El milagro de la vista, de poder ver, debe estar entre las más grandes maravillas que existen en la vida. El mecanismo tan delicado de los ojos es sorprendente. Sin embargo, no es con los ojos que realmente se ve. Es con el cerebro. Mientras uno está durmiendo, con los ojos cerrados, se pueden ver escenas completas que incluyen lugares, rostros, colores, que quedan grabados en nuestra mente. Estas imágenes no son vistas con los ojos, sino que lo que se ve en los sueños son visiones creadas por el cerebro.

El milagro de la vista, de poder ver, debe estar entre las más grandes maravillas que existen en la vida. El mecanismo tan delicado de los ojos es sorprendente. Sin embargo, no es con los ojos que realmente se ve. Es con el cerebro. Mientras uno está durmiendo, con los ojos cerrados, se pueden ver escenas completas que incluyen lugares, rostros, colores, que quedan grabados en nuestra mente. Estas imágenes no son vistas con los ojos, sino que lo que se ve en los sueños son visiones creadas por el cerebro.

Tenemos la habilidad de ver en diferentes formas. Una de ellas es con nuestros ojos. Nuestro cerebro percibe las imágenes de lo que aparece materialmente delante de nuestros ojos. Pero también tenemos el poder de ver, formando cuadros mentales que no existen materialmente, con el uso de nuestra imaginación. Y uno puede imaginar situaciones positivas o negativas.

Lo que está en nuestra mente, nuestros pensamientos, nuestras visiones, ejercen una influencia extraordinaria sobre nuestro estilo de vida. El sabio Salomón decía que según sea nuestra manera de pensar así será nuestra vida toda. Lo que vos creas y visualices en tu mente que vos sos, es precisamente lo que llegarás a ser. Dios desea que vuelvas a pensar y reevaluar quién eres, cuál es tu valor, tu identidad, tu bendición, tu situación, tu posición, tu futuro, y todo lo que puedes llegar a ser, tener, hacer y disfrutar.

Dios piensa que vos sos alguien muy especial. El te creó para que vivas en bendición, y seas de bendición. Te hizo para que experimentes milagros, para que tengas abundancia, vivas con sentido de realización, y con plenitud. Pero es importante que entiendas que no te hizo un robot. El no puede forzarte a que mejores. El te creó libre para que vos mismo determines quién vas a ser. Si vos aceptás ser mediocre, eso es lo que llegarás a ser. Si querés vivir la vida abundantemente, la vivirás. Lo que vos pienses, eso serás.

Tus circunstancias presentes son una réplica exacta de la visión que tenés en tu mente. Puede que cada tanto pienses lo lindo que sería vivir de otra manera. Puede que cada tanto por tu mente se crucen pensamientos de excelencia. Pero el concepto predominante de la vida que vos te has formado de continuo en tu mente, se va a reflejar en el modo de vida en que estás viviendo hoy.

Pero lo extraordinario es que Dios y vos pueden cambiarlo. Porque Dios te creó para ser un canal de su fuerza y poder y para que cambies tu realidad . Pero para que esto sea cierto Dios tiene que esperar a que vos estés dispuesto a tener nuevos pensamientos, a tener una nueva imagen de la vida, una nueva visión de vos mismo, según el plan que El tiene para tu vida.

Alimentando de fe nuestra mente

Uno puede usar su mente imaginando situaciones positivas o negativas. El temor o la preocupación son producto del uso negativo de la imaginación. Vos proyectás situaciones imaginarias que no están ocurriendo, que hipotéticamente pueden llegar a suceder y como resultado experimentás sensaciones tales como ansiedad, dolores de cabeza, el estómago revuelto, aumento de la presión sanguínea, aceleración del palpitar del corazón, etc. Una serie de efectos en tu propio cuerpo como si estuvieras ante una situación real. Pero es sólo imaginaria.

Tu mente creó una realidad que afectó tu cuerpo. Pero no sólo la mente crea realidades sobre nuestro propio cuerpo, sino que las crea fuera de nosotros. La Biblia dice que lo que temí me sobrevino. El temor no es solamente una sensación, o un sentimiento. El temor es una fuerza con poder creador. Crea realidades.

Ahora, si tu imaginación puede ser usada por vos en forma negativa con poder creador, y con resultados negativos y destructivos, también tu mente puede ser usada deliberadamente por vos en formas positivas y constructivas con resultados positivos para tu vida. La preocupación y el temor son alimentados por informaciones negativas, por ver en nuestra mente escenas negativas.

Por el contrario, la fe, la seguridad, la confianza, la paz, son alimentados por informaciones positivas, por ver en nuestra mente escenas positivas. La fe tampoco es una simple sensación, o sentimiento, sino que es una fuerza creadora de realidades. Jesús prometió que lo que creemos nos será hecho. Es decir, la fe crea una nueva realidad.

Si tu mente está llena de temores, tu vida reflejará todo aquello que temiste. Temes quedarte sola, serás una solterona. Temes ser pobre, vivirás en miseria. Temes enfermarte, pronto estarás en un hospital. Pero si tu mente está llena de fe, tu vida será el resultado de todo lo que creas. Crees que Dios nunca te hará faltar nada, vivirás siempre en abundancia. Crees que Dios quiere tu sanidad, vivirás sano. Crees que Dios quiere que ames y seas amado, vivirás dando y recibiendo amor. Porque el temor y la fe son fabricantes de realidades.


Reprogramando nuestra mente

Porque según lo que pensemos así será nuestra vida, es importante que nos adiestremos para mirar con nuestra mente, con nuestra imaginación, a Dios obrando en nosotros y ver su fidelidad, su poder, su generosidad, su amor y su vida abundante para nosotros.

Cuando frente a situaciones difíciles de la vida, podemos disponer nuestra mente a mirarlo a Dios, y lo vemos cumpliendo sus promesas y obrando en nosotros, entonces nuestra vida se llena de seguridad, de valentía, de paz y de felicidad.

Los seres humanos estamos creados a imagen de Dios para caminar, hablar, vivir y planear con El. Cuando nosotros no le damos la bienvenida a El, y queremos vivir haciendo la nuestra, entonces existe en nuestra vida un vacío, y en ese vacío impera la soledad, la insignificancia y la inseguridad. La Biblia dice que el pecado trae la muerte. El no ver a Dios es un pecado terrible. Salomón también dijo que donde no hay visión, el pueblo perece. Cuando uno no tiene visión de Dios, cuando uno en sus pensamientos no le da cabida a Dios y a sus planes, uno está muerto en vida. Por eso necesitamos reprogramar nuestra mente.

El poder que vos tenés para pensar es el mismo poder que tenés para creer. Jesús dijo que el que creyera en él, tendría vida y vida en abundancia. Este es el gran cambio que necesitamos hacer para que nuestra vida cambie.

Leer la Biblia y aprender las promesas de Dios reprograman nuestra mente para poder pensar cosas acorde con la voluntad de Dios que nos conducen a la felicidad, y que crearán realidades para nuestra vida. La palabra de Dios grabada en nuestra mente es la base para creer. Y cuando creemos, la fe crea la realidad.

Todos los descubrimientos científicos están basados en información adquirida por fórmulas desarrolladas, que han producido resultados consistentes en pruebas repetidas. Sobre eso mismo descansa la fe en Dios. Sus fórmulas o promesas están contenidas en la Biblia. En cualquier momento y dondequiera que las personas a través de las épocas han creído y actuado apoyadas en esas promesas, han tenido resultados consecuentes.

Dios ha pensado en vos. Y lo que ha pensado es maravilloso. Él no se conforma con que vivas por debajo de tus posibilidades. Ahora vos tenés que creer en él, y creerle a él. De forma tal que mantengas en tu mente la visión de Dios de hacerte feliz en todo, hasta que por el poder milagroso de Dios obrando dentro tuyo, puedas ver hecho realidad todo lo qu

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