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Incluye a Dios en tus planes y todo te irá bien

Por 5 minutos de lectura

Incluye a Dios en tus planes, y tus proyectos se harán realidad

Incluye a Dios en tus planes

Incluye a Dios en tus planes y todo te eirá bien

Querida hermana en Cristo,

Hoy quiero compartir contigo un mensaje que ha resonado profundamente en mi corazón: Incluye a Dios en todos tus planes y todo te irá bien.

Incluye a Dios en tus planes, y se realizarán tus proyectos

Este principio, tan simple y a la vez tan profundo, puede transformar nuestra vida si lo abrazamos con fe y determinación. A menudo, intentamos manejar nuestras vidas por nuestra cuenta, creyendo que tenemos el control, pero la verdadera paz y éxito vienen cuando entregamos nuestras preocupaciones y planes a Dios.

Proverbios 3:5-6 nos dice: «Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconocelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas«. Este versículo nos recuerda que nuestra sabiduría es limitada y que necesitamos la guía del Señor en cada paso que damos.

Reconocer nuestra dependencia de Dios

Como mujeres cristianas, enfrentamos múltiples roles y responsabilidades: somos madres, esposas, hijas, profesionales, y más. En medio de nuestras ocupaciones, es fácil olvidar que nuestra fuerza proviene de Dios. Al comenzar nuestro día, debemos orar y pedirle a Dios que guíe cada una de nuestras decisiones.

En Filipenses 4:6-7, el apóstol Pablo nos exhorta: «No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús«. Este pasaje nos enseña a llevar nuestras preocupaciones a Dios, confiando en que Él nos dará paz y dirección.

Hacer de la oración una prioridad

La oración es nuestra línea directa con Dios. Es a través de la oración que entregamos nuestros sueños, planes y temores al Señor. La oración no solo es un acto de pedir, sino también de escuchar. En la quietud de nuestra oración, Dios nos habla y nos guía. Jesús mismo nos dio ejemplo de esto. En Lucas 5:16, leemos: «Pero Jesús solía retirarse a lugares solitarios para orar«. Si Jesús, siendo el Hijo de Dios, buscaba tiempo para orar y buscar la guía del Padre, ¿cuánto más deberíamos hacerlo nosotras?

Confiar en los tiempos de Dios

A veces, nuestros planes no se realizan de inmediato o de la manera que esperamos. Sin embargo, debemos recordar que los tiempos de Dios son perfectos. En Eclesiastés 3:11, se nos asegura: «Dios todo lo hizo hermoso en su tiempo«. Nuestra tarea es confiar en que Él conoce el mejor momento para cada cosa.

Buscar la voluntad de Dios en Su Palabra

La Biblia es nuestra guía infalible. A través de sus páginas, encontramos la sabiduría y dirección que necesitamos. El salmista declara en Salmos 119:105: «Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero«. Al estudiar la Palabra de Dios, obtenemos claridad y entendimiento para nuestros planes y decisiones.

Incluye a Dios en tus planes

Incluye a Dios en tus planes

Rendirnos al propósito de Dios

Dios tiene un propósito perfecto para cada una de nosotras. Aunque nuestros planes puedan parecer buenos, el propósito de Dios es siempre mejor. En Jeremías 29:11, Dios nos asegura: «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza«. Cuando nos rendimos al propósito de Dios, encontramos una satisfacción y un cumplimiento que nuestros propios planes nunca podrían proporcionarnos.

Querida hermana, te animo a incluir a Dios en cada área de tu vida. Al hacerlo, experimentarás una paz y una dirección que sólo Él puede dar. Confía en Su amor, busca Su guía en oración y en Su Palabra, y rinde tus planes a Sus propósitos eternos. Así, todo te irá bien, no necesariamente porque nuestros caminos estarán libres de desafíos, sino porque estaremos caminando de la mano del Dios Todopoderoso.

Que el Señor te bendiga y te guíe siempre.

En el amor de Cristo,

 

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