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Mi hijo es sano en el nombre de Jesús. Amén.

Oración por un hijo enfermo

Oración por un hijo enfermo

«Yo soy el Señor tu Dios, que te sana.»Éxodo 15:26

Mujer de fe: haz esta oración por un hijo enfermo

Cómo madres cristianas, nuestro Padre celestial nos ha llamado a orar sin cesar por nuestros hijos y a confiar en el poder de Dios.

¡Qué privilegio es poder acercarnos a Él con la certeza de que escucha nuestras peticiones y actúa en respuesta a nuestra fe! Vamos a enfocarnos en la profunda preocupación que embarga nuestros corazones como madres: la salud de nuestros hijos.

La oración por un hijo enfermo es un acto de fe y entrega, donde depositamos nuestras preocupaciones y anhelos por la salud de nuestros hijos ante el trono de nuestro Dios amoroso.

Elige creerle a Dios para orar por un hijo enfermo

Si bien eres una mujer de fe, en este momento es sumamente importante que te afirmes en la Palabra de Dios. El Espíritu Santo ha de ayudarte en hacer las oraciones más convenientes.

    • Elige creer a las promesas que Dios te ha dado en su Palabra.
    • Habla palabras llenas de fe y de verdad, declarando únicamente lo que Dios dice para tu hijo.
    • Permite que el Espíritu Santo obre con poder sobre todo el cuerpo de tu hijo, y ministre el mismo poder que resucitó a Jesús de los muertos para otorgar la sanidad completa en su vida.
    • Ejerce la autoridad que tienes en Cristo para echar fuera todo ataque del enemigo sobre la salud de tu hijo.
    • Recuerda que Dios nunca te dará una prueba mayor de lo que puedas soportar, así que eres la indicada para interceder en forma permanente y dar en el blanco en camino a la transformación sanadora para tu hijito.

Peticiones de sanidad: oración por un hijo enfermo

Amado Señor, en este momento me acerco a Ti con un corazón humilde y agradecido por tu grandeza y poder. Reconozco, Señor, que en el cielo y en la tierra, tu magnificencia se manifiesta con una gracia sin igual. Eres un Dios milagroso y todopoderoso, y en este momento, confío en tu amor y compasión.

Hoy, elevo mi plegaria por mi amado hijo, quien se encuentra enfermo desde hace muchos días. Te ruego, Señor, que extiendas tu mano de restauración sobre él, que tu toque milagroso de sanidad lo alcance en lo más profundo de su ser. Con fe, clamo por su sanidad, confiando en que tú eres el Médico divino y tienes potestad para echar fuera todo virus, toda bacteria, todo germen que está actuando en contra del cuerpo de mi hijo.

Señor, te pido que elimines todo malestar que aflige el cuerpo de mi hijo. Que cada órgano funcione según tu diseño perfecto, que la salud fluya en su interior como un río de vida. Que experimente tu alivio, y que su recuperación sea completa, reflejando tu gloria y poder sanador.

Oro por los médicos y todo el personal que está atendiéndolo, para que los dirijas como tus siervos. Ellos son tus manos y herramientas para cuidar a mi niño, eligiendo el mejor tratamiento más apropiado. Proporciona todo el material necesario para su perfecta atención, así como también todos los medicamentos y sueros.

En este tiempo difícil que estamos viviendo como familia, confío en que tu gracia lo sostendrá. Que su organismo sea normalizado bajo tu cuidado divino, y que, a pesar de las circunstancias, mantenga un buen ánimo. Fortalécelo, Señor, en cuerpo y espíritu, y permítele sentir tu presencia reconfortante en medio de este proceso de sanación.

Te agradezco, Señor, por escuchar esta oración ferviente de una madre preocupada. En tu infinita bondad, confío la salud de mi hijo, sabiendo que en tus manos encuentra el mejor refugio. Todo esto oro en el nombre de Jesús, amén.

«Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.» – Isaías 53:5

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