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Mujer de fe, mujer agradecida

Soy una mujer agradecida

Soy una mujer agradecida

La actitud de una mujer agradecida

Amado Padre: gracias por mi familia

Doy gracias a Dios por la familia que me ha regalado, porque aunque no somos perfectos, estamos unidos, nos amamos, perseveramos en buscar el bien del otro, y tenemos al Señor como centro en nuestras vidas. Dios ha sido bueno con nosotros, al dejar que lo conociéramos ni bien nos casamos con mi esposo, hace 40 años. ¡Gracias Jesús!

La bendición de la unidad familiar

Nuestra familia ha sido mi mayor fuente de alegría y fortaleza. A pesar de los desafíos, hemos permanecido unidos. Te animo a valorar cada momento con tus seres queridos, a reconocer la belleza en la imperfección y a cultivar la unidad en tu hogar.

Una mujer agradecida busca la guía divina en los momentos difíciles

En los momentos difíciles, encontré consuelo y dirección en Dios. Él estuvo a nuestro lado, guiándonos y sosteniéndonos en las alegrías y tristezas.

Querida amiga, aunque puedas sentirte desalentada en los fracasos, confía en que Dios tiene un plan. No estás sola en tu camino.

Den siempre gracias a Dios el Padre por todas las cosas, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Efesios 5.20

La importancia de la fe constante

Mantener la fe constante es crucial. A pesar de las circunstancias adversas, nunca dejamos de confiar en Dios. Te animo a perseverar en la oración, a buscar la presencia de Dios diariamente y a enseñar a tu familia el valor de tener al Señor como prioridad.

La promesa de un Dios fiel

Dios es fiel y cumple cada una de sus promesas. Aunque los cambios no sean evidentes, confía en que Él está obrando en tu vida. Consagra tu vida y la de tu familia a Dios y elige creer en su fidelidad.

Haz tuya esta oración

Querido Dios, hoy elevo mi corazón lleno de gratitud hacia Ti. Agradezco por la familia que has formado con amor a lo largo de los años, una familia que, a pesar de nuestras imperfecciones, permanece unida en el amor y centrada en Ti. Gracias por permitirnos conocerte desde el inicio de nuestro matrimonio, hace ya 40 años. Tu bondad ha sido nuestra guía y sostén.

Señor, reconozco que la unidad familiar es una bendición invaluable. Cada miembro es un regalo, y a pesar de los desafíos, hemos perseverado juntos. En cada dificultad, encontré consuelo y dirección en Ti. Tu presencia ha sido nuestra luz en la oscuridad, y en esos momentos difíciles, experimentamos tu fidelidad.

Mi compromiso contigo, Señor, es mantener una fe constante. Aunque las circunstancias cambien, mi confianza en Ti permanece inquebrantable. Te elijo a Ti como prioridad diaria, buscando tu guía y enseñando a mi familia el valor de seguirte. Decido ser una mujer agradecida.

Sé que eres un Dios fiel, cumplidor de promesas. Aunque no siempre veamos los cambios, confío en que estás obrando en nuestras vidas. Consagro mi vida y la de mi familia a Ti, confiando en tu fidelidad inmutable.

No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Filipenses 4.6

Querida amiga, la gratitud transforma nuestras vidas. Agradece cada día, incluso en las pequeñas cosas. Mantén tu fe en Dios y verás cómo Él hace maravillas en tu vida y la de tu familia. Eres amada y acompañada, ¡nunca lo olvides!

Y todo lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, y por medio de él acérquense a la presencia de Dios con acción de gracias. Colosenses 3:17

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