Los mejores consejos que una madre puede darle a su hija

Consejos para mi hija
En la hermosa aventura de ser madre, parte de mi actividad diaria ha sido enseñar a mi hija a ser mujer. Desde pequeña, los consejos fluyeron y fueron orientados a que lleve una vida feliz y cuidada. Consejos simples, tales como: «Camina por este sendero… mira a ambos lados antes de cruzar el camino… lávate las manos antes de comer» han sido parte de nuestra convivencia diaria, y con el transcurso del tiempo, aconsejarla sobre temas más profundos fue también parte de nuestra relación.
Nuestros consejos de madres han de acompañar a nuestras hijas toda su vida, por eso es muy importante que tengamos como costumbre alimentarnos de una fuente de sabiduría confiable, ya que marcaremos su vida para siempre: el camino que aprendan desde pequeñas será su camino para toda la vida.
El libro de Proverbios es una excelente fuente de sabiduría, como toda la Biblia. Tengo marcados en mi primera biblia los textos principales que usé durante el nacimiento e infancia de mis hijos. Suelo leerlos a todos juntos de vez en cuando, ya que me resulta fácil encontrarlos pues están marcados todos con el mismo color. Leer y releer estos versículos alimentan mi mente y espíritu, me centran, y me permiten hablar con sabiduría. De otra forma, si me alimento de novelas o de consejos populares, sólo estaré sembrando sin valor eterno.
Hoy en día, con mi hija ya adulta, ¡no he logrado dejar de aconsejarla! aunque charlamos como amigas, siempre puedo decirle algo de la Palabra de Dios que he aprendido y comprobado, y lo mejor: ella también me aconseja por medio de las Escrituras.
Amiga, escudriña la Biblia, léela a diario, y toma nota de aquellas palabras que te hacen bien y que sirven para saciar a tu hija cuando tenga sed de un cambio en su vida. Cuando los días son difíciles, qué mejor que una madre para llevar luz a su corazón entristecido. Estarás dando mucho más que tu tiempo y compañía: eres portadora de la verdad que le trae verdadera libertad.