Tú formaste mis entrañas; me hiciste en el seno de mi madre.
La tecnología de hoy en día nos permite ver y conocer a nuestros hijos en gestación de una manera nunca antes imaginada.
La Biblia nos dice que Dios creó nuestras entrañas y nos formó en el vientre de nuestra madre. Nos alaba por ser una creación admirable y sus obras son maravillosas. Dios conoce cada uno de nuestros huesos desde el momento en que estamos siendo formados en el útero. Sus ojos vieron nuestro cuerpo en gestación, todo estaba escrito en su libro y cada uno de nuestros días estaba diseñado, aunque no existiera uno solo de ellos. ¿Te imaginas cuánto te conoce Dios? o mejor dicho, desde cuando te conoce!! Él te ha visto como nadie más te vio, ni siquiera una ecografía súper moderna que se haya usado para el control del embarazo de tu madre.
La verdadera maravilla de la vida humana es la forma en que Dios nos ve. A través de su amor y su gracia, somos vistos como creaciones únicas e increíbles. Pero no solamente nos vio desde que estábamos en el vientre materno, sino que en ese momento supo que nosotros somos una creación admirable.
Déjame preguntarte,
¿Cómo te ves a ti misma en comparación con cómo Dios te ve?