Qué significa orar a Dios? Cuál es el poder de la oración? Cómo entrar en la presencia de Dios?
Cuánta alegría sentí en mi corazón la primera vez que me di cuenta que Dios me amaba! Cuánto agradecimiento y cuánto alivio al saberme perdonada y elegida.
Seguramente pasaste por este mismo lugar de amor al encontrarte con el Señor… y al pasar los días te diste cuenta que había mucho por aprender. A mi me pasó lo mismo y mis preguntas surgían con impaciencia… Te cuento algunas respuestas que encontré, tal vez te ayuden a encontrar las respuestas que estás buscando.
Qué significa orar a Dios?
Cuál es el poder de la oración?
La oración es poderosa porque abre puertas que nadie más puede abrir. La oración derriba fortalezas. La oración trae sanidad física y del alma. La oración trae paz donde no la hay. La oración trae victoria en las batallas. Cuántas cosas ocurren cuando hablas con Dios y Él obra conforme a su gran amor.
Cómo entrar en la presencia de Dios?
La oración es la mejor manera de estar cerca de Dios, y sólo al estar en comunión con el Señor podemos conocer su voluntad, y disfrutar de los beneficios. Entrar en la presencia de Dios es un paso que todos los hijos de Dios pueden dar. La clave es buscar más de Dios.
La puerta para entrar en la presencia de Dios es Jesús. El es el Camino que debes andar para tener intimidad con Dios. Hablar con Jesús, seguir sus enseñanzas, presentarle adoración, hablar de Él a otros, vivir como El quiere, todo esto es parte del andar en su camino y entrar a la presencia de Dios.
Entrar en la presencia de Dios requiere de nosotros que mantengamos una vida limpia, evitando el pecado, y si hemos pecado, arrepentirnos y seguir adelante. Dios es perdonador. Con un corazón limpio es posible buscar a Dios sin piedras en el camino.
Entrar en la presencia de Dios requiere tiempo: tomarnos un tiempo cada día para llenarnos del Señor, y cuando tengamos oportunidad, pasar tiempo a solas con Dios, deleitándonos en su Palabra, adorándolo. Puede compararse a lo que vives cuando estás enamorada: piensas en él, te gusta hablar con el por teléfono, pasear juntos de la mano, pasar tiempo de intimidad. También podemos compararlo a cuánto disfruta un niño de estar con su papá, pasando tiempo de calidad juntos. O cuando estamos con una amiga, qué lindos momentos de estar juntas conversando, compartiendo vivencias y pasando el rato. Cuánto más provechoso nos es pasar tiempo con nuestro Señor, con quien estaremos toda la eternidad.
Amado Señor, enséñanos a disfrutar de estar en tu presencia, que podamos pasar tiempo de calidad contigo y que nuestra conversación (oración) sea fluida y constante. En el nombre de Jesús. Amén