Descansa en mi presencia sanadora. Al pasar tiempo conmigo, tus
pensamientos intentarán brincar más allá de los planes y problemas de
hoy. Piensa en mí para sentir la frescura de mi presencia y renovarte.
Mientras
piensas en mí, deja que la luz de mi presencia te inunde. Esto
te capacitará para enfrentar lo que sea que te traiga para este día.
Este “sacrificio de tiempo” me complace a mí y te fortalece a ti. No
escatimes el tiempo para estar juntos. Resístete al llamado que te hacen
las tareas que tienes que hacer. Has escogido lo mejor y nadie te lo
quitara.
Salmo 105.4; Lucas 10.39-42