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REFLEXION

Vida o muerte

¿Cuántas decisiones toma una persona al día? He escuchado estadísticas que me sorprendieron, al decir que más de dos mil. Algunos opinan que mucho más que eso, otros menos. Decisión, según el diccionario, es sinónimo de determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa. Es como hacer un «click» allí donde quieres llegar.

Empiezas tu día decidiendo qué vestimenta usar, dónde irás primero, cómo organizas tus actividades para aprovechar mejor el tiempo. Decides qué comer, cómo viajar, cómo pagar tus cuentas. También decides con quién te relacionas, qué lees, qué miras por TV. Estas son determinaciones cotidianas que hasta son un hábito en tu vida.

Hay otras decisiones más complejas, para las cuales hay que sentarse a considerar. Una carrera universitaria, un matrimonio o una profesión implican elaborar una proyección a futuro, como para ver los pros y los contras. En esto interviene tu inteligencia, tus emociones y sentimientos. A veces para decidir consultamos a otros, ya que en la multitud de consejeros está la sabiduría.

Ahora bien, cada una de nuestras decisiones tiene consecuencias. Dios nos regaló el libre albedrío, por el cual podemos decidir qué camino tomar. En Su Palabra, no dice: “Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal, porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.” Dt 30:15,16. Nuestras elecciones traerán consecuencias para vida o para muerte, no hay términos medios.

Probablemente, si llevamos un tiempo andando en el Camino, dediquemos tiempo para buscar a Dios en aquellas determinaciones clave para nuestra vida, pero ¿qué hay de las decisiones cotidianas y triviales? Si bien todo nos es lícito, no todo nos conviene. Por eso es bueno pasar por el tamiz de Dios todas aquellas determinaciones que ya son hábito en nosotros, y preguntarnos ¿qué diría Jesús en mi lugar? ¿a Dios le agrada esta película? ¿honro a Dios con mi forma de vestir? El punto de vista de Dios y Su escala de valores son muy superiores a los nuestros. Lo que para nosotros puede ser un chiste, para él puede ser un pecado.

Vale la pena tomarse un minuto más y consultar con el Señor en todo, sabiendo que estamos agradando a Dios con todo nuestro ser.

“Que los cielos y la tierra escuchen y recuerden lo que acabo de decir; te puse delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia.” Dt 30:19

Autor: P.O. –


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