En medio de una realidad difícil, no pierdas el foco
Es fácil perderse en el caos y la negatividad del mundo a nuestro alrededor. A menudo nos encontramos centrándonos en lo que está mal, en lugar de poner la mirada en lo que es correcto y bueno. Sin embargo, el mensaje del texto es claro: Piensa en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado.
Esto no significa que debamos ignorar los problemas y desafíos de la vida, sino que debemos tratar de enfrentarlos de una manera que sea coherente con nuestros valores y principios. De este modo podemos mantener una actitud que sigue adelante, aferrada a la alegría, y una mente clara, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
Aunque pareciera que no es algo sencillo, el Espíritu Santo nos ayuda a pensar en cosas excelentes y dignas de alabanza. Esto nos permite apreciar y valorar las cosas buenas que tenemos en nuestras vidas y nos inspira a ser más agradecidas.
Tal vez esta sea la decisión que debes tomar en estos días: elige creerle a Dios y a sus promesas. Procuremos concentrarnos en lo que es bueno. Esto nos ayudará a mantener una actitud esperanzada y a vivir de acuerdo con nuestros valores y principios. Al hacerlo, podremos inspirar a otros a hacer lo mismo y contribuir a crear un mundo más positivo y amable para todos.